Transcribo mi post de Noviembre de 2012, cuando fui por primera vez a trocar  a Zacualpan de Amilpas, Morelos. Si les interesa, la Feria del Trueque inicia este domingo 28 de septiembre de 2014 y termina el viernes 03 de octubre. Es una buena oportunidad para ir a conocer esta forma de comercio, tradición de nuestros indígenas y de paso darles una ayudadita con ropa, juguetes, libros, discos y despensa que bien pueden servirles.

 

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El nuevo gobierno en Morelos tiene apenas 2 meses, y he visto cambios significativos en muchas dependencias más debo reconocer que la Secretaría de Cultura empezó el sexenio con mucho entusiasmo para involucrar a todos los ciudadanos.

El fin de semana me di tiempo para atender un  par de recomendaciones de la Secretaría de Cultura, así que el viernes fui a la ópera Samsom et Dalila en el Teatro Ocampo y el domingo salí temprano rumbo a la región oriente del estado.

Tomé carretera rumbo a Zacualpan de Amilpas, en donde se llevaba a cabo la Feria del Trueque. Recuerdo que en mis libros de la SEP leí cómo era el comercio en la época prehispánica y tuve mucha curiosidad por conocer de qué manera se practicaba. Hace un par de años me enteré de del tianguis de trueque en Zacualpan de Amilpas, pero me dediqué a recorrer otros lugares de Morelos y fue hasta ahora que decidí ir.

Zacualpan de Amilpas se encuentra a 90 km de Cuernavaca, muy cerca de Cuautla y es un municipio que colinda con el estado de Puebla. No olvidemos que Morelos es un estado muy pequeño así que tardas como 1 hora en llegar desde Cuernavaca.

 

El Mercado de Trueque de Zacualpan de Amilpas rescata el único sistema de comercio prehispánico que sobrevive y se instala cada domingo de 6 de la mañana a 12 del día en la explanada frente Palacio Municipal. Llegué con algo de despensa, libros y CDs y traje de vuelta una maceta de barro, un par de figuritas de barro para mi nacimiento, hierbas de olor, granadas, tejocotes, nísperos, aguacatitos, nueces, cacahuates, elotes, granada de agua, pollo en pipián (mole verde), chirimoyas, chayotes, ocote, carbón y otras cosas de la región.

 

Aquí te dejo mis tips para que el trueque resulte una buena experiencia:

1. Llega temprano. El trueque inicia desde las 6 am. Puedes hospedarte en el pueblo, hay un par de hoteles o encontrar un lugar para acampar.
2. Lleva todo tipo de cosas. La gente quiere trocar por mercancía que le sirva. Ideas: despensa (aceite, jabones, cerillos, detergentes, azúcar, pastas, etc.), libros (por sugerencia de la Secretaría de Cultura), CDs, juguetes, ropa y en general cosas que estén en buen estado.
3. Si llevas despensa, todos te querrán trocar algo, no así con libros o CDs. Luego les cuento cómo me va con juguetes y ropa.
4. Asigna un precio a cada cosa que lleves o un precio general para todo. Obviamente que no sea un precio alto. Yo troqué mis libros y CDs a 20 pesos parejo, aunque sé que me costaron más, nadie querría trocar a precios elevados y si son cosas usadas, el precio siempre se demerita.
5. Pregunta el precio de lo que quieras trocar. Te darán un precio en pesos y después podrás hacer la equivalencia con tus cosas.
6. Si mucha gente se acerca a querer trocar, puedes conseguir las mejores cosas o frutas pues tendrás de dónde escoger.
7. No estás obligado a trocar nada que no quieras.
8. El dinero siempre es necesario. En el tianguis hay otros puestos que no trocan,  necesitarás dinero para la comida al interior del mercado y para otros gastos de viaje.
9. Puedes trocar servicios como transporte dentro del pueblo o que un niño te ayude a cargar cosas a cambio de algo que tú lleves.
10. Si produces algo o tienes algún árbol frutal u hortaliza en casa, lleva tu cosecha, seguro encontrarás productos que tú no tienes.
11. La gente se mostró más interesada por libros de superación personal y me preguntaron por libros religiosos y diccionarios para sus chavitos.
12. Si llevas cosas interesantes, terminas en un par de horas. Puedes entonces regresar a casa por la Ruta de los Conventos, conocer Tetela del Volcán, Ocuituco y  llegar a comer una deliciosa cecina a Yecapixtla. Otra opción es comer algo en el mercado de Zacualpan e ir hacia el occidente para visitar el sitio arqueológico de Chalcatzingo.

 

¡El paseo me encantó! Me quedé con las ganas de los tamales de ceniza que acompañan al mole verde, muchas guías de la zona dicen que ambos son platos típicos de la región pero nunca he encontrado en dónde y la gente dice que no sabe quién hace los tamales, que no es algo típico (y en parte les creo porque yo sé que los tamales de ceniza son de Guerrero, pero esa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión).

Lo que más me hizo feliz del trueque fue que por fin me pude deshacer de un libro de Miguel Ángel Cornejo y a cambio traje nísperos y granadas de agua.