El 29 de septiembre es un día en el que Morelos está lleno de cruces de flores amarillas en puertas de casas, negocios, oficinas y en las defensas de los automóviles, taxis, rutas y otras unidades de transporte, en honor a San Miguelito o San Miguel Arcángel.

Resulta que San Miguel Arcángel (representado en la Iglesia Católica como un ángel con armadura romana sometiendo con una espada al demonio), no se porta tan bien en Morelos y en su día (29 de septiembre) se va de borracho, el diablo aprovecha y se le escapa; cosa que no es de extrañarse pues Morelos ha sido por mucho tiempo el estado de la República Mexicana en el que más alcohol se consume.

En días como hoy, se dice que el diablo anda suelto en Morelos y por eso la gente protege sus casas y algunas pertenencias con cruces de flores de pericón elaboradas por familias que recolectan las flores y caminan largos trayectos con ellas al hombro para llevarlas a las ciudades y diferentes poblados de nuestro estado. La cruz de pericón ahuyenta al demonio, ya tendrá tiempo San Miguelito para recuperarse y traerlo de vuelta.

Ayer, paseando por la Ruta de los Volcanes,  me enteré que iniciaban las fiestas de San Miguelito en Tetela del Volcán, los habitantes a las faldas del Popocatépetl se preparaban para la fiesta y fue en el atrio del Convento de San Juan Bautista que encontré la cruz de pericón mejor elaborada de toda la región.

No, en 11 años no he puesto una sola cruz de pericón en la puerta ni en el auto, pero durante mucho tiempo me pregunté su significado.