Metrocable de Medellín

Movilidad y Naturaleza…

Diciembre, 2013. Una de las primeras cosas que quería hacer a mi llegada a Medellín era conocer la Cultura METRO  (pero esa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión). El recorrido empezó en la estación de metro Envigado de la línea A y llegamos a la  estación Acevedo (1,450 msnm) en donde hicimos conexión con el Metrocable sin pagar más, recorrimos la Línea K hasta Santo Domingo (1,850 msnm) y conectamos de nuevo con la línea L hasta Arví (2,450 msnm).

El Metrocable no fue concebido como un proyecto turístico, sino como un corredor aéreo que mejorara la movilidad de los habitantes de las comunas, población de menores ingresos con necesidad de transporte público. La línea K cumple muy bien con el objetivo a lo largo de sus 2 km y la línea L es turística, recorre 4.6 km y cuesta un poco más pero deja la ciudad y te lleva por un bosque maravilloso hasta encontrarte con el Parque Arví.

La urbanidad y buena educación de los habitantes de Medellín a la hora de utilizar los sistemas de transporte público me dejó gratamente sorprendida, ¡nada que ver con México!  El recorrido en Metrocable en la línea K empieza cruzando el Río de Medellín y luego a subir con una pendiente muy inclinada. Desde las cabinas que son para 6 personas puedes apreciar las comunas, fachadas de ladrillo rojo, miles de casas, cientos de chiquillos jugando y con suerte alguna celebración de la comunidad. En lo alto se ve un conjunto arquitectónico denominado «Parque Biblioteca Pública España» y me hubiera encantado tener tiempo para conocerlo. Para hacer conexión con la línea L no tienes que salir a la calle pero si por algo te confundes y sales de la estación, encontrarás a muchísima gente caminando por las calles, vendedores de fruta, niños que piden dinero  y jóvenes que te ofrecen llevarte a conocer la comuna.

El metrocable pareció vaciarse en el recorrido hacia el parque Arví. Las cabinas son iguales, la pendiente es menos pronunciada y el paisaje es asombroso. Mis ojos se llenaron de helechos gigantes que mi mente sólo concebía en eras prehistóricas, había un poco de neblina y lloviznaba afuera, ¡qué clima tan rico!

Finalmente llegamos al Parque Arví donde nos recibió un tianguis de frutas, comida, postres y vinos de arándano,  una pequeña verbena para probar todo de Medellín. Caminamos por el parque donde puedes rentar Encicla (el equivalente a la Ecobici chilanga), aprender la etnobotánica del lugar, hacer caminatas guiadas hacia dentro del bosque y donde pude sentirme enana junto a tan enormes helechos.

Si no tienes la tarjeta cívica, el boleto de Metro que conecta con el Metrocable línea K tiene un costo de $2,000 pesos colombianos (aprox. 0.80 USD) y la línea L a Arvi $4,600 pesos colombianos (1.85 USD) por trayecto.  Con amigas es mejor, ¡gracias Martha y Violeta por mostrarme este cachito hermoso de su ciudad!